Este blog va dedicado durante todo el tiempo que me queda de vida a esa persona que ayuda a seguir con fuerzas llamada Daniel Martínez Villadangos. Él es la persona que necesito para seguir mi día a día y no tengo forma de demostrárselo; por eso he escrito relatos variados en este blog en forma de agradecimiento mostrando mis pensamientos.

Pero nada de esto se hará realidad... Pero recuerda: El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.

jueves, 26 de abril de 2012

Relato Nº1.

Pues una vida con Dani Martínez, sería un sueño hecho realidad. Poder levantarte mirando su cara bonita; no hay mejor despertar. Sería un día que empiezo lleno de alegría sin poder que algo me lo fastidie, sabiendo que él estaría ahí, conmigo. Que me de al entrar y al salir de la puerta un par de besos, sería mi amuleto para toda una vida. Una aventura Dani, Dani Martínez me tendría viva el suficiente tiempo como para no fruncir el ceño una segunda vez. Poder masticar bien la comida, sabiendo que existo, que me quiere y que estemos  tan unidos que no me valgan los sueños cada vez que me vaya a dormir.

Teniendo esperanzas por cada vez que lo vea a través de mis ojos, sabiendo que esa persona, Dani Martínez, me ama.
Sin tener preocupación por alguna envidiosa que me lo quite, sabiendo que Dani respondería por mí rechazando cada petición y pensamiento impuro en cuál yo no participaría con él, a solas.
Poder llevar la vista al cielo y no preocuparme más, tan sólo nuestra existencia y la de nuestro amor.

Sin Crisdas y Dannas celosas, ni preocuparnos por lo que diga la gente. Poder besar esos labios, que tantas veces he soñado besar. Acercarme a su cuello sin ninguna preocupación aparente y poder oler el perfume de la perfección en persona. Que olvide sus anteriores relaciones sólo el poder estar conmigo. Que esos romances hubieran sido sólo una mancha en su currículum.

Que Dani supiera tiempo anterior sobre mi existencia y que piense que no hay persona más importante. Fundirnos en momentos acaramelados con él en el parque sin que fotos ni críticas nos pudieran molestar. Que sólo sienta sus labios rozando los míos y que estemos ambos orgullosos de ese acto.
Estar tan orgullosa de cada segundo que paso cerca de él. De recordar un momento bonito en esa historia inventada que se llama vida. Saber que al fin y al cabo un ser tan precioso como él.

A partir de ese día quedó prohibido levantarse sin ilusiones, vestirse sin esperanzas, salir a la calle sin fe y andar sin amor. Que sólo nuestros ojos conserven su juventud.

Pero nada de esto se hará realidad... Pero recuerda: El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.